Un modelo 3-D de una explosión volcánica, basado en la erupción de 1980 del Monte Santa Helena en el estado de Washington, puede mejorar el conocimiento científico de cómo se desencadenan algunas explosiones volcánicas, y ayudar a identificar las zonas donde hay más probabilidades de que se produzca una explosión de tales características, según un equipo internacional de vulcanólogos.
El Monte Santa Helena inició una erupción catastrófica el 18 de Mayo de 1980, generando una explosión lateral de ángulo bajo, con una fuerza inusitada y un gran contenido de partículas. La explosión duró menos de cinco minutos, pero causó graves daños en unos 600 kilómetros cuadrados, matando a 57 personas y destruyendo 250 viviendas y 47 puentes. Los daños no los causó el flujo de lava, sino una veloz corriente de gas sobrecalentado que arrastraba consigo una pesada carga de materia sólida.
Las explosiones volcánicas laterales se encuentran entre los más espectaculares y devastadores fenómenos naturales, pero su dinámica es aún poco conocida.
El equipo de Barry Voight, profesor emérito de geología e ingeniería geológica de la Universidad Estatal de Pensilvania, creó el modelo 3-D utilizando los parámetros de la explosión del Monte Santa Helena, incluyendo las ecuaciones para determinar la masa y la energía térmica del gas, junto con el tamaño, la densidad y otros parámetros de las partículas sólidas.
En los modelos anteriores de la explosión del Monte Santa Helena se asumía que estuvo dominada por un chorro supersónico de gas que se originó en la chimenea volcánica. Sin embargo, los autores del nuevo estudio sugieren que, además de la explosión inicial que afectó a una zona a menos de 5,8 kilómetros de la chimenea, la corriente de gas y partículas sólidas fue impulsada por la gravedad. Los investigadores han llegado a la conclusión de que a medida que la distancia a la chimenea se hacía mayor, la ráfaga de gas y materia sólida se debilitaba por la pérdida de energía que experimentaba al toparse con obstáculos.
Fuente:http://noticiasdelaciencia.com
Señor X
El Monte Santa Helena inició una erupción catastrófica el 18 de Mayo de 1980, generando una explosión lateral de ángulo bajo, con una fuerza inusitada y un gran contenido de partículas. La explosión duró menos de cinco minutos, pero causó graves daños en unos 600 kilómetros cuadrados, matando a 57 personas y destruyendo 250 viviendas y 47 puentes. Los daños no los causó el flujo de lava, sino una veloz corriente de gas sobrecalentado que arrastraba consigo una pesada carga de materia sólida.
Las explosiones volcánicas laterales se encuentran entre los más espectaculares y devastadores fenómenos naturales, pero su dinámica es aún poco conocida.
El equipo de Barry Voight, profesor emérito de geología e ingeniería geológica de la Universidad Estatal de Pensilvania, creó el modelo 3-D utilizando los parámetros de la explosión del Monte Santa Helena, incluyendo las ecuaciones para determinar la masa y la energía térmica del gas, junto con el tamaño, la densidad y otros parámetros de las partículas sólidas.
En los modelos anteriores de la explosión del Monte Santa Helena se asumía que estuvo dominada por un chorro supersónico de gas que se originó en la chimenea volcánica. Sin embargo, los autores del nuevo estudio sugieren que, además de la explosión inicial que afectó a una zona a menos de 5,8 kilómetros de la chimenea, la corriente de gas y partículas sólidas fue impulsada por la gravedad. Los investigadores han llegado a la conclusión de que a medida que la distancia a la chimenea se hacía mayor, la ráfaga de gas y materia sólida se debilitaba por la pérdida de energía que experimentaba al toparse con obstáculos.
Fuente:http://noticiasdelaciencia.com
Señor X
esta muy bueno
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