lunes, 22 de octubre de 2012

¿La Luna fue alguna vez parte de la Tierra?

Dos nuevas hipótesis intentan confirmar que la Luna surgió enteramente de material desprendido por la Tierra.

Los modelos, propuestos por dos equipos estadounidenses del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Investigación del Suroeste, afirman que la velocidad a la que nuestro planeta giraba en el momento del impacto era mucho más rápida de lo que se creía y que, debido a un choque con otro objeto, se desprendieron materiales de nuestro planeta que con el tiempo formaron la Luna, según una nota que publica BBC Mundo.

Este nueva explicación ha sido respaldada por dos recientes publicaciones en la prestigiosa revista científica Science.  La "teoría del impacto gigante"- hasta ahora ampliamente aceptada por la comunidad científica- fue formulada por primera vez en 1970 y sostiene que la Luna se formó de los restos que surgieron tras la colisión de la Tierra con un protoplaneta.

Pero estos modelos indican que gran parte de los desechos originados podrían pertenecer al protoplaneta, cuya composición probablemente era muy diferente a la de la Tierra.

No obstante, esto difiere con lo que se deduce de los análisis químicos disponibles. La estructura de los átomos de ambos cuerpos celestes es prácticamente idéntica, ya que "los isótopos de oxígeno y titanio varían en gran medida en el sistema solar y se usan como 'huellas dactilares' de planetas y meteoritos. Los datos muestran que La Luna y la Tierra son 'gemelos isotópicos'".

Matija Cuk, del instituto SETI, y sus colegas realizaron simulaciones en las que nuestro planeta giraba sobre su eje en unas pocas horas antes del impacto, a diferencia de las 24 que demora ahora.

El equipo pudo comprobar que, en un escenario con estas características, era posible que un grupo de desechos provenientes de la Tierra formase el satélite.

Después del impacto, la interacción gravitacional entre los dos cuerpos podría haberse desacelerado hasta alcanzar la velocidad actual.

El equipo de Robin Canup, del Instituto de Investigación del Suroeste, tuvo una aproximación distinta. Sus simulaciones consistieron en colisiones entre la Tierra y objetos celestes de gran tamaño, a distintas velocidades. En este caso, el equipo también pudo producir una Luna con una composición química idéntica a la terrestre.

Fuente: BBC Mundo
SRX

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