Durante la década de los 8o, en uno de los sectores más indómitos de los territorios del sur de Chile, se desarrolló un suceso tan increíble como aparentemente imposible: una familia de radioaficionados chilena que experimentó un contacto con una misteriosa comunidad supuestamente extraterrestre perdida en el Pacífico Sur: la comunidad de la Isla de Friendship.
Octavio Ortiz S. fue uno de los protagonistas de esta historia y ahora la cuenta de primera mano en el libro Friendship. ¿Evidencias de contacto extraterrestre?, que acaba de publicar Ediciones Corona Borealis. La experiencia que pudieron vivir es avalada por testigos privilegiados y muchas horas de grabaciones que guardan y confirman sus conversaciones por radio durante años con los habitantes de esa misteriosa comunidad.
Octavio Ortiz S. fue uno de los protagonistas de esta historia y ahora la cuenta de primera mano en el libro Friendship. ¿Evidencias de contacto extraterrestre?, que acaba de publicar Ediciones Corona Borealis. La experiencia que pudieron vivir es avalada por testigos privilegiados y muchas horas de grabaciones que guardan y confirman sus conversaciones por radio durante años con los habitantes de esa misteriosa comunidad.
Parte de las conversaciones mantenidas entre los supuestos extraterrestes y el grupo de radioaficionados se encuentran en elCD que acompaña este libro. Una experiencia que golpeará profundamente los egos más científicos, como también podría poner en jaque las creencias religiosas y de valores de quienes se atrevan aventurarse por las páginas esta obra...
Agradecimientos a:
-http://edicionescoronaborealis.blogspot.com
Saludos
Señor X
Al ser una información trascendental para el ser humano no debió recurrirse a una editorial, porque estas cobran por su diseño, su trabajo, y la impresión del texto.
ResponderEliminarMás bien debió ponerse al alcance de todo el mundo de forma gratuita, pues no todos tendrán el acceso al libro.
Al final, los que podrán tener la información serán los que tengan tarjeta de crédito para comprar internacionalmente o ir a una librería. Siempre los mismos, y el resto qué?
Guardando las proporciones, cuando Jesús predicaba lo hacía para el común de la gente y no cobraba la entrada. Desde un simple monte entregaba su mensaje, y el mismo era el alimento espiritual dirigido a todos sin distinción.